Ya estoy inscrito a mi segunda carrera oficial, se trata de la CruzaTenerife. Como mi isla se me ha quedado pequeña pues me voy a la de al lado a ver como hacen este tipo de carreras mis vecinos chicharreros. La carrera es el 18 de Abril y ya tengo comprados los pasajes del barco y la reserva del hotel. Me voy el día antes de la carrera y me vuelvo el día después.Esta edición de la CruzaTenerife es la 4ª que se celebra y a la primera que voy yo, jeje. Se recorre la isla de Sur a Norte pasando muy cerca del pico Teide, la mayor altura de España. Como aún quedan más de 15 días para la carrera ya iré contando como van los entrenamientos para ella.
martes, 31 de marzo de 2009
domingo, 29 de marzo de 2009
Entrenamiento Arguineguín - Cruce de Mogán 29/03/09
Siguiendo con mi plan de entrenamiento con vistas a las carreras que se presentan en estos meses que vienen, hoy me decidí por hacerme un entrenamiento con un poco de todo y que no sólo consistiera en bajar.
Con eso, y con lo del cambio de hora, al final me levanté a eso de las 8 de la mañanita (ya era de día) y me pegué un buen desayuno, que sabía que lo iba a necesitar. A las 9:05 salí de casa pensando ya en coger un ritmo bueno que me hiciera pasar las primeras subidas con soltura. Se notaba que iba a hacer un día de calor y muy pronto empenzé a sudar.
Llegué a Cortadores en 2:02, 3 minutos mejor que la semana anterior que me hice el mismo tramo. Allí me paré y me hice mi avituallamiento particular. Un plátano, una bebida isotónica y dos barritas energéticas fueron las víctimas. Me supo a gloria, y sin más dilatación emprendí de nuevo el camino que me llevaría hasta la base de la montaña de Tauro. Este nuevo tramo ya dejaba la carretera de tierra y se convertía en un sendero algo más técnico, con algunas subidas duras y muchos falsos llanos. Prácticamente desde que llegué a Cortadores se había nublado el día, pero es que subiendo para la base de la montaña de Tauro comenzaron a caer unas gotas que me hicieron plantearme sacar el chubasquero y ponérmelo, aunque seguí ya que no era nada fuerte.
Llegué a la intersección entre la ruta que va para las casas de Tauro, el camino que seguía hacia la montaña de Tauro, el que iba para la degollada de las lapas y por el que venía yo. Casi 3 horas y nueva paradita para contemplar el valle de Mogán desde las alturas y para comer por última vez antes de comenzar la bajada hacía la degollada de las lapas.Comenzaba así el descubrimiento de esta nueva ruta que me haría llegar hasta la cooperativa agrícola, cerca del cruce de Mogán. Empezaba un llano con clara orientación hacía abajo y muy peligroso, ya que había mucha piedra suelta y mucha laja. A los 3 km (según los carteles del cabildo) apareció un cruce, uno decía Molino de Viento y para el otro no había cartel ninguno, como seguía en dirección hacia la playa pues lo elegí. A pocos metros se encontraba una pequeña montaña desde la que me saqué esta foto:Desde ahí hasta el final más de lo mismo, un terreno rompedor y en el que no podías despistar en ningún momento. En un momento me crucé con un hombre, me paré y le pregunté que cuanto me quedaba y me dijo que si iba corriendo 10 minutos (al final, casi 1 hora, arrrrrr). Seguí corriendo hasta llegar un momento en el que el camino se desviaba y enfilaba el barranco, en donde se podía ver al final la cooperativa. A partir de ahí era muy difícil seguir corriendo y solo lo hice en algunos tramos que no eran peligrosos. Al final llegué a la cooperativa y seguí corriendo hasta el cruce para coger la guagua de vuelta. En total unos 30 km. y 4:36.
Con eso, y con lo del cambio de hora, al final me levanté a eso de las 8 de la mañanita (ya era de día) y me pegué un buen desayuno, que sabía que lo iba a necesitar. A las 9:05 salí de casa pensando ya en coger un ritmo bueno que me hiciera pasar las primeras subidas con soltura. Se notaba que iba a hacer un día de calor y muy pronto empenzé a sudar.
Llegué a Cortadores en 2:02, 3 minutos mejor que la semana anterior que me hice el mismo tramo. Allí me paré y me hice mi avituallamiento particular. Un plátano, una bebida isotónica y dos barritas energéticas fueron las víctimas. Me supo a gloria, y sin más dilatación emprendí de nuevo el camino que me llevaría hasta la base de la montaña de Tauro. Este nuevo tramo ya dejaba la carretera de tierra y se convertía en un sendero algo más técnico, con algunas subidas duras y muchos falsos llanos. Prácticamente desde que llegué a Cortadores se había nublado el día, pero es que subiendo para la base de la montaña de Tauro comenzaron a caer unas gotas que me hicieron plantearme sacar el chubasquero y ponérmelo, aunque seguí ya que no era nada fuerte.
Llegué a la intersección entre la ruta que va para las casas de Tauro, el camino que seguía hacia la montaña de Tauro, el que iba para la degollada de las lapas y por el que venía yo. Casi 3 horas y nueva paradita para contemplar el valle de Mogán desde las alturas y para comer por última vez antes de comenzar la bajada hacía la degollada de las lapas.Comenzaba así el descubrimiento de esta nueva ruta que me haría llegar hasta la cooperativa agrícola, cerca del cruce de Mogán. Empezaba un llano con clara orientación hacía abajo y muy peligroso, ya que había mucha piedra suelta y mucha laja. A los 3 km (según los carteles del cabildo) apareció un cruce, uno decía Molino de Viento y para el otro no había cartel ninguno, como seguía en dirección hacia la playa pues lo elegí. A pocos metros se encontraba una pequeña montaña desde la que me saqué esta foto:Desde ahí hasta el final más de lo mismo, un terreno rompedor y en el que no podías despistar en ningún momento. En un momento me crucé con un hombre, me paré y le pregunté que cuanto me quedaba y me dijo que si iba corriendo 10 minutos (al final, casi 1 hora, arrrrrr). Seguí corriendo hasta llegar un momento en el que el camino se desviaba y enfilaba el barranco, en donde se podía ver al final la cooperativa. A partir de ahí era muy difícil seguir corriendo y solo lo hice en algunos tramos que no eran peligrosos. Al final llegué a la cooperativa y seguí corriendo hasta el cruce para coger la guagua de vuelta. En total unos 30 km. y 4:36.
martes, 24 de marzo de 2009
Más fotos TGC 09
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TransGranCanaria
viernes, 13 de marzo de 2009
La crónica de la Transgrancanaria 09
Llegamos un poco tarde pero llegamos a tiempo para empezar bien la carrera, aunque a veces ese ambiente que se vive previo a la carrera sea una de las cosas que mejor sabor de boca deja al finalizar la experiencia.
Eran las 9:40, daba el sol pero hacia fresquito, incluso por el camino habíamos visto placas de hielo en los arcenes. Decidí ponerme los guantes por si en el tramo de El Garañón - Cruz de Tejeda soplaba viento fuerte que me hiciera bajar la temperatura corporal. Estaba claro que con el día que se presentaba no iba a necesitar los guantes más allá del parador de la cruz de Tejeda.
Nada más llegar ya estaban anunciando por megafonía que pasaran todos los corredores por el control del chip y así hice, tras eso una visita a los servicios y ya no quedaba apenas tiempo sino para coger posición en la salida y calentar un poquito en el sitio.
Con unos minutos de retraso daba comienzo mi primera carrera de montaña y mi primera Transgrancanaria (y espero que no sea la última). Comencé fuerte y con ganas, a lo que tuve que responder con una buena dosis de tranquilidad y de relajación para que no me pasara factura durante la carrera, como muchos compañeros me habían aconsejado. En los primeros kilómetros era muy difícil adelantar a nadie, era tal la cantidad de corredores que a la más mínima te podías tropezar y caer encima de alguien. En todo lo que era bajada o llano suave intentaba correr y cuando el camino miraba hacia el cielo paraba y caminaba con un ritmo constante.
En apenas 44 minutos ya estaba en la Cruz de Tejeda y allí ya me deshice de los guantes y me abrí la parte de arriba debido al calor que empezaba a hacer y a que tenía ya una temperatura corporal óptima para correr. A los 55 minutos coronaba Cruz Chica tras haber subido hablando con varios compañeros de carrera, entre ellos dos hermanos de Teror con los que hice gran parte del recorrido. Tras alcanzar la Cruz Chica comenzaba un descenso casi constante hasta Teror. A la hora y cuarto ya empezaba a hidratarme y a comer algo para así no sufrir ninguna bajona o pájara por la inanición.
Llegaba a Teror con un tiempo de 2:23:04, cuando ni en mis sueños pensaba bajar de las dos horas y media y teniendo en cuenta que dos semanas antes habíamos hecho el mismo tramo en 3 horas 5 minutos. Tras beberme dos aquarius y comerme una chocolatina Tirma (las de toda la vida, salía sin perder un segundo rumbo a Osorio. Entre Teror y la finca de Osorio comencé a notar molestias que me hicieron dudar de si podría alcanzar la meta, así que tomé la decisión de bajar el ritmo y "simplemente" caminar hasta que me encontrara mejor (si es que mejoraba). Acabando ya el barranco del Pino me encontraba mucho mejor, no se sería el lucozade que me había tomado o que, pero me encontraba con fuerzas y aumenté muchísimo el ritmo empezando a adelantar a gente de todas las carreras.
En la llegada a la acequia conocí a los amigos Venezolanos y seguí con buen ritmo, lo que me hizo adelantar a gente en la misma acequia, que me daban paso tan amablemente. Con la subida por la pared ayudado de las cuerdas que puso la organización se llegaba al avituallamiento sólo líquido de Tenoya, en donde me lavé la cara y me cogí un par de gajos de naranja que me los comí en el camino. Muy cerca del avituallamiento hay una de las últimas cuestas del camino y ahí conocí a Luisao de los bichillos running, una persona muy agradable, que al día siguiente saludé.
Después de haber llegado al barrio de Las Mesas ya todo se hacía más fácil y no había otra sino acabar la carrera, así que con esas puse un ritmo muy fuerte que me hizo adelantar a varios corredores que ya andaban con las fuerzas muy limitadas.
Al llegar al barrio de los Giles me empezaron unos dolores de espaldas que me hicieron retorcerme de dolor, dolores que nunca antes había sufrido. Después de la carrera supe la causa de dicho problema, el esfuerzo realizado por los riñones. Tras ver que empezaba la bajada hacia la meta, intenté olvidarme de los dolores y dar todo lo que me quedaba para intentar acabar lo antes posible.
Al pasar la distribuidora de Firgas, ya en llano, me pasó una cosa curiosa, resulta que una chica de mi carrera la veo que viene fuerte y me adelanta, parando el ritmo 10 metros delante mía, con lo cual me sorprendo ya que a la chica esa jamás la había visto durante la carrera y sólo había corrido la última parte para adelantarme, así que aumenté el ritmo, y ella al verme que subía la velocidad también aumentó.
La verdad es que fue muy bonito esa última parte de la carrera y el sprint final con esta chica a la que adelanté en el último metro y con la que después me saqué un foto.
Al final 5:23:49, un tiempazo para mis expectativas, sin duda un gran carrera, que ni en mejores pensamientos imaginé.
Eran las 9:40, daba el sol pero hacia fresquito, incluso por el camino habíamos visto placas de hielo en los arcenes. Decidí ponerme los guantes por si en el tramo de El Garañón - Cruz de Tejeda soplaba viento fuerte que me hiciera bajar la temperatura corporal. Estaba claro que con el día que se presentaba no iba a necesitar los guantes más allá del parador de la cruz de Tejeda.
Nada más llegar ya estaban anunciando por megafonía que pasaran todos los corredores por el control del chip y así hice, tras eso una visita a los servicios y ya no quedaba apenas tiempo sino para coger posición en la salida y calentar un poquito en el sitio.
Con unos minutos de retraso daba comienzo mi primera carrera de montaña y mi primera Transgrancanaria (y espero que no sea la última). Comencé fuerte y con ganas, a lo que tuve que responder con una buena dosis de tranquilidad y de relajación para que no me pasara factura durante la carrera, como muchos compañeros me habían aconsejado. En los primeros kilómetros era muy difícil adelantar a nadie, era tal la cantidad de corredores que a la más mínima te podías tropezar y caer encima de alguien. En todo lo que era bajada o llano suave intentaba correr y cuando el camino miraba hacia el cielo paraba y caminaba con un ritmo constante.
En apenas 44 minutos ya estaba en la Cruz de Tejeda y allí ya me deshice de los guantes y me abrí la parte de arriba debido al calor que empezaba a hacer y a que tenía ya una temperatura corporal óptima para correr. A los 55 minutos coronaba Cruz Chica tras haber subido hablando con varios compañeros de carrera, entre ellos dos hermanos de Teror con los que hice gran parte del recorrido. Tras alcanzar la Cruz Chica comenzaba un descenso casi constante hasta Teror. A la hora y cuarto ya empezaba a hidratarme y a comer algo para así no sufrir ninguna bajona o pájara por la inanición.
Llegaba a Teror con un tiempo de 2:23:04, cuando ni en mis sueños pensaba bajar de las dos horas y media y teniendo en cuenta que dos semanas antes habíamos hecho el mismo tramo en 3 horas 5 minutos. Tras beberme dos aquarius y comerme una chocolatina Tirma (las de toda la vida, salía sin perder un segundo rumbo a Osorio. Entre Teror y la finca de Osorio comencé a notar molestias que me hicieron dudar de si podría alcanzar la meta, así que tomé la decisión de bajar el ritmo y "simplemente" caminar hasta que me encontrara mejor (si es que mejoraba). Acabando ya el barranco del Pino me encontraba mucho mejor, no se sería el lucozade que me había tomado o que, pero me encontraba con fuerzas y aumenté muchísimo el ritmo empezando a adelantar a gente de todas las carreras.
En la llegada a la acequia conocí a los amigos Venezolanos y seguí con buen ritmo, lo que me hizo adelantar a gente en la misma acequia, que me daban paso tan amablemente. Con la subida por la pared ayudado de las cuerdas que puso la organización se llegaba al avituallamiento sólo líquido de Tenoya, en donde me lavé la cara y me cogí un par de gajos de naranja que me los comí en el camino. Muy cerca del avituallamiento hay una de las últimas cuestas del camino y ahí conocí a Luisao de los bichillos running, una persona muy agradable, que al día siguiente saludé.
Después de haber llegado al barrio de Las Mesas ya todo se hacía más fácil y no había otra sino acabar la carrera, así que con esas puse un ritmo muy fuerte que me hizo adelantar a varios corredores que ya andaban con las fuerzas muy limitadas.
Al llegar al barrio de los Giles me empezaron unos dolores de espaldas que me hicieron retorcerme de dolor, dolores que nunca antes había sufrido. Después de la carrera supe la causa de dicho problema, el esfuerzo realizado por los riñones. Tras ver que empezaba la bajada hacia la meta, intenté olvidarme de los dolores y dar todo lo que me quedaba para intentar acabar lo antes posible.
Al pasar la distribuidora de Firgas, ya en llano, me pasó una cosa curiosa, resulta que una chica de mi carrera la veo que viene fuerte y me adelanta, parando el ritmo 10 metros delante mía, con lo cual me sorprendo ya que a la chica esa jamás la había visto durante la carrera y sólo había corrido la última parte para adelantarme, así que aumenté el ritmo, y ella al verme que subía la velocidad también aumentó.
La verdad es que fue muy bonito esa última parte de la carrera y el sprint final con esta chica a la que adelanté en el último metro y con la que después me saqué un foto.
Al final 5:23:49, un tiempazo para mis expectativas, sin duda un gran carrera, que ni en mejores pensamientos imaginé.
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domingo, 1 de marzo de 2009
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